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¿Por qué algunas mujeres agazapan la mujer que llevan dentro?¿Por qué se traicionan a sí mismas y nos traicionan a las demás?

¿Por qué algunas mujeres agazapan la mujer que llevan dentro?¿Por qué se traicionan a sí mismas y nos traicionan a las demás?

   Habitualmente, las mujeres somos nuestras peores enemigas, en dos direcciones:

 

Por un lado, positivo, con nosotras mismas: somos críticas, exigentes, luchadoras, ambiciosas, con instinto de superación…

 

Por otro, negativo, con el resto de las mujeres, somos: criticonas, luchamos para exigirles que rocen la perfección, si quieren librarse de nuestras críticas, si es que es posible y ambicionamos para superar al resto.

 

Yo diría para endulzarlo un poco que: “Somos competitivas con nosotras y entre nosotras, aún cuando no necesitamos serlo.”

 

Afortunadamente, no todas las mujeres somos y pensamos de esta forma, por suerte muchas somos tolerantes, respetuosas, estamos contentas con lo que somos, hacemos y pensamos, por lo que no necesitamos desbancar a ninguna aunque sean diferentes, que no quiere decir mejores o peores, (porque ¿qué es mejor o peor?, yo no sabría decirlo, pero si tuviera que mojarme, diría que mejor es: lo que hace feliz a cada uno, lo que hace la vida fácil y divertida y no te hace dejar de ser tú).

 

Pero seamos sinceras, ¿no es típico escuchar?: “… si, si es monísima, pero no me gusta el pestañeo de sus ojos o …”, “… tiene mucho éxito con los hombres, a saber será una bruja o una guarra en la cama”, “… es estupenda pero claro, sólo se preocupa de ella y de estar perfecta, yo así también lo sería”, “… es casi perfecta, inteligente, asea, guapa… seguro que tiene un oscuro secreto o no es feliz, fachada”.

 

Mi pregunta es: ¿Qué hay de malo en pestañear los ojos, ser guarra en la cama, preocuparte de ti…? en realidad, nada. Son excusas que muchas buscan para justificar sus carencias bien reales o bien fantasmas de su envidia.

Sin contar que nos hartamos de decir que en el mundo laboral, las mujeres nos encontramos con más dificultades que los hombres, pero seamos francas, ¿no somos nosotras las que más zancadillas nos ponemos?

 

Todas estas situaciones que acabo de describir las podemos encontrar en cualquier grupo de amigas, compañeras, vecinas…críticas lanzadas en contra de la que liga más, es más simpática, su marido quiere más, es ascendida en el trabajo, cae mejor al jefe, es más divina..., pero ¿quién es más que quien? ¿Quién decide eso? Es más, ¿no es cuestión de elegir como quieres ser o que quieres hacer?

 

¿Por qué criticamos todo lo que no es lo que hacemos o somos? ¿Por qué no lo aprovechamos para si algo nos gusta de las demás, superarnos y hacerlo nuestro y alabar y crecer como personas?

 

Sin ánimo de meterme con nadie, puesto que respeto cualquier pensamiento y además es una reconocida e inteligente mujer, la misma Rosseta Forner, en alguno de sus libros, es excesivamente crítica, desde mi punto de vista, con el género femenino y eso que reconozco que pretende todo lo contrario, pero vamos si no eres la reina que ella defiende y describe en sus libros, pobre de ti!.

 

   Pasemos al terreno de las “CASADAS” y “MADRES”… para cumplir con este rol, ¿Debemos traicionarnos a nosotras mismas?

 

Reflexionemos: “Las mujeres casadas están envidiosas porque podemos y tener sexo cuando sea, donde sea y con quien sea y ellas temen que lo hagamos cuando sea, donde sea y con sus esposos.” (Carrie Bradshaw – Sexo en New York).

 

Antes de nada, quiero felicitar a las madres, puesto que trabajan y dedican muchos esfuerzos a sus hijos y lo hacen desde y con el corazón.

Pero perdonar si os digo, que seáis madres o casadas, no significa ni está en contra de dedicaros a vosotras mismas, no sois las rivales de las que no tienen vuestra condición y si os veis en desventaja con las que no viven en pareja y no tienen hijos no es culpa de estas, miraros a vosotras mismas y aceptar la que ha sido vuestra elección.

 

Está claro, que la condición inconformista del ser humano, hace que si tienes pareja, hijos o ambas cosas, añores la vida de las que no tienen ni uno, ni otros y viceversa, pero vaya, no llevemos la inconformidad a frustración, creemos una envidia sana.

 

Está claro, que cualquiera de las situaciones tiene unos beneficios y unas responsabilidades distintas, pero lo que no podemos es querer lo bueno de una situación y lo bueno de la otra, si piensas así, nunca alcanzaras la felicidad, has elegido y debes ser consecuente.

 

Me gustaría decir, que estar casada, vivir en pareja o tener hijos es una circunstancia elegida. Si te casaste o decidiste vivir en pareja y descubres que ya no quieres seguir en esa situación, puedes cambiarlo.

 

Muchas mujeres casadas o que viven en pareja, ven como una amenaza a las solteras o “libres” porque sus maridos o parejas las pueden ver atractivas y querer sexo con ellas, claro como son unas golfas, seguro que se los roban o igual no, pero se los pueden beneficiar, porque claro, ellas son más monas pero como no, si no hacen nada en todo el día, salvo que cuidarse y se gastan todo el dinero en ellas, además son más simpáticas porque como lo que buscan es conseguir marido y salen por ahí de fiesta, lo que digo, unas golfas!.

 

Ser atractiva no tiene nada que ver con ser casada o vivir en pareja, con hijos, no serlo o no tenerlos, puedes serlo en cualquiera de las circunstancias.

Las casadas o que viven en pareja tienen sexo con su pareja, las que no tienen pareja lo tienen con quien eligen, ¿Es de ser golfas? ¿Y eso lo dicen mujeres?

 

No quieren a vuestros maridos, entiendo que estéis enamoradas o os creáis en posesión de ellos, pero todas no piensan lo mismo de vuestros maridos y en caso de que ellos se fueran con alguna, nadie está robándoos nada y menos si uno no quiere.

Las que no tienen marido normalmente es porque no han querido, si sólo ese hubiera sido el objetivo, hubieran pillado uno seguro, por tanto, no están desesperadas por el vuestro, no han pillado porque lo han elegido. (No hablamos de casos en los que se den sentimientos reales, hablamos de pillar).

 

Las obligaciones entre las casadas o que viven con hijos son las mismas que las que tienen las que no comparten su vida con una pareja. Vaya! trabajan, tienen una casa con los mismos pagos y obligaciones y lo afrontan solas, si la pareja no ayuda no es culpa de las que no la tienen, eso es otra historia.

Las que tienen niños es otra historia, lógicamente, tienen más obligaciones y gastos que las que no los tienen pero claro está, ello les aporta gratificaciones, además de haber sido su elección. Acabarán  más agotadas por disponer del mismo tiempo y más obligaciones, pero nunca esto debe llevarlas a abandonárdose.

 

No obstante, no hace falta gastarse mucho en una misma, sino acoplarte a tus posibilidades y sacarte partido con lo que tengas, más no tiene porque ser mejor.

Vivir en pareja no tiene que ser sinónimo de amargarse, saca la simpatía igualmente. Reinventa la pareja y salid y reídos, vivir en pareja no significa encerrarse en casa, se puede disfrutar de algunos placeres de la soltería con la pareja.

 

A las madres, vuestros hijos son los mejores y lo mejor, pero tenerlos no significa anularos, no hay más que sentarte con algunas madres (amigas, conocidas o compañeras) en una reunión de trabajo o quedar con ellas a tomar o hacer algo, el mono tema es: “… el mío ya come papilla, hay ayer hizo o me dijo…”, “… siiiiii pues el mío ya tiene un diente o dice mamá…, “mira las fotos de…” y tú como viendo un partido de tenis, girando la cabeza hacia un lado u otro, a ver que hijo de las dos es el más mejor y gana el partido.

Bien, has decidido tener un hijo, es maravilloso y una experiencia única pero la vida no se reduce ya, sólo a eso, es lógico, que hablen y cuenten las cosas de sus niños pero el mundo no se acaba ahí, pueden hablarte de las noticias, de un libro, una película o lo que hicieron con su pareja, que no sé si aún saben que la tienen.

 

 

   Por favor, no nos traicionemos a nosotras mismas.

 

Recapitulando…

 

Tener un hijo no es, ya lo tengo todo hecho en la vida, sino forma parte de ella. No se tiene porque renunciar a seguir viviendo o a tener otras inquietudes, un hijo debe enriquecerla simplemente. Ser esa experiencia maravillosa de tu vida.

 

Somos mujeres da igual nuestra condición civil.

 

¿Por qué algunas mujeres se empeñan cuando tienen pareja en convertirse en “marujas”?

 

Quiero decir, muchas renuncian a lo que fueron y parece que como ya consiguieron su fin, para lo que nacieron en la vida, empiezan a interpretar un papel, en el que deben de ser “decentes”.

No deben salir, disfrutar de lo que ellas entienden por golfear, sólo de lo que está permitido y es correcto, un viajecito con la pareja y poco más, porque salir solas, sin pareja o en grupo con todos los amigos y parejas, eso es golfear;

Ya no beben, ni bailan, casi ni sonríen porque eso no queda bien con el título de “señora casada y de bien” y a partir de ese momento ya “pueden engordar y ponerse las perlas…” y por supuestísimo, el criticar a las que no tienen su “condición privilegiada” porque son todo lo que ya he comentado en los párrafos anteriores, es decir, lo peor y todo lo que ellas no son.

 

En realidad, todo lo que critican , no son más que las prohibiciones que ellas se hacen y que las hacen para justificarse a sí mismas que hacen lo que deben y no reconocer, que simplemente es que envidian no hacer y ser lo que un día fueron, lo que se han negado sólo exclusivamente ellas mismas, porque es lo correcto para tener dicho título, claro desde su forma de verlo.

 

 

Estas mujeres deberían pensar que:

 

“ Algunas mujeres se casan esperando que el hombre cambie y él no cambia nunca, el hombre se casa esperando que ella no cambie, pero ella cambia.”

 

“Las mujeres inteligentes saben que algunos hombres cambian, pero cuando lo hacen también cambian de mujer. “

 

"Los amigos nunca especulan sobre tus intenciones. Nunca necesitan una razón para quedar contigo. Los amigos solo esperan que seas tú, y se alegran por ello."

 

No debemos esperar, esto entre nosotras y por supuesto de nuestra pareja.

 

Debemos acoplarnos, aprender a convivir y a conocer al otro, pero no cambiar… cambia la vida y sus circunstancias, la forma de vivir.., pero no la esencia, el espíritu de la persona.

 

Chicas, es en esto, en lo que me quito el sombrero ante los hombres, en la simpleza y franqueza, con que son las relaciones que mantienen entre ellos.

Ellos se defienden, en general, no se complican la vida los unos a los otros.

 

No nos engañemos, simples somos ambos sexos, la diferencia es que nosotras tenemos pensamientos enrevesados y buscamos “las señales”, y en el intento lo complicamos  todo, a nosotras con nuestras zancadillas, envidias y rivalidad y a ellos, que se lo convertimos en un enigma, por lo demás la simpleza es la misma, da igual nuestro género.

 

P.D: Quiero dejar claro que no quiero hacer apología de los hombres, ni una crítica de la mujer, si no de alguna de sus actitudes, estoy orgullosa de ser una mujer. Hablo de las actitudes de las mujeres, en general, pero en ningún momento pretendo generalizar. Un guiño enorme para aquellas que hacen que la excepción poco a poco sea la regla.

1 comentario

rosetta forner -

'pobre de ti si o eres la reina que Rosetta defiende...¡¡???????'' ¡vaya!, pobre si acsso por no ser digna de sí misma. Cada mujer tira la diadema y se ajusta la dignidad cuando se harta de malvivir su vida,pero no porque se lo diga Rosetta, no sabía yo que Rosetta fueran tan poderosa...
DÉJATE DE CUENTOS (Planeta).
besos hadados
www.rosettaforner.com
PD: gracias por citar mis ideas¡¡¡¡¡ rosettianas